Desde muy temprana edad y a partir de sus primeras experiencias, el niño se forma una idea acerca de lo que le rodea y construye una imagen personal; a partir de este momento el niño va adquiriendo un autoconcepto de sí mismo.
Paul Schilder define el concepto de la construcción de la propia imagen como: "aquella representación que nos formamos mentalmente de nuestro cuerpo, es decir, la forma como éste se nos aparece."
La construcción de la propia imagen es un proceso que se va desarrollando progresivamente a lo largo de la vida. Las diferencias entre las diferentes etapas de nuestras vidas son las siguientes:
- La niñez
- La adolescencia
- La vejez
Para conocer el proceso de construcción de la propia imagen, debemos diferenciar entre varios conceptos relacionados con él y que empiezan a desarrollarse desde la niñez:
- Conocimiento de sí mismo: conocimiento, ideas y creencias que tenemos sobre nosotros mismos.
- Autoconcepto: características o atributos para describirnos a nosotros mismos.
- Autoestima: valoración que hacemos del autoconcepto. Además, la imagen que tengamos de nosotros mismos juega un papel muy importante en la autoestima.
- Estereotipo: forma de simplificar la realidad para poder identificar a una persona a partir de una serie de características del grupo al que pertenece.
Una vez definidos estos conceptos, podemos decir que el modo en que nos sentimos con nuestra imagen corporal influye en la manera en que nos valoramos y por supuesto en nuestro malestar o bienestar, dependiendo del tipo de emociones y sentimientos que nos provoca. Aunque debemos saber que todo aquello que percibamos de nuestra propia imagen o de la de los otros es subjetivo, ya que puede o no corresponderse con la realidad.
Me gustaría detenerme en la influencia que tiene la sociedad en nuestra imagen, centrándome principalmente en la etapa de la infancia, ya que inconscientemente desde pequeños, los niños son influenciados por la sociedad de forma indirecta, tanto las modas que los padres siguen y que repercuten en sus hijos como los juguetes pueden crear ideas estereotipadas en ellos. Un claro ejemplo acerca de la imagen corporal son los cuentos, películas o dibujos animados, que nos planifican una idea en nuestra mente acerca de aquello que puede ser bello, feo, etc. Los personajes principales que pueden estar idealizados presentan unas imágenes, que relacionan aquello bueno con la belleza ideal que tenga la sociedad en ese momento.
De ahí, la importancia que tiene la educación sobre este tema, ya desde edades tempranas, puesto que llegando a la adolescencia (etapa de muchos cambios), los medios de comunicación y la publicidad son una gran fuerza de influencia pudiendo incidir con gran facilidad en estos adolescentes, ya que es un momento de máxima debilidad emocional e inseguridad. Incluso, la presión social, las circunstancias en las que nos encontremos y la personalidad débil pueden desembocar en algún trastorno.
A continuación, describiré dos trastornos que están estrechamente relacionados con la percepción de la propia imagen. Aunque no podemos asegurar una etapa concreta donde comiencen a desarrollarse, si bien es cierto que muchos de ellos comienzan durante la adolescencia:
- Anorexia: trastorno alimenticio caracterizado por la no ingesta de alimentos debido al rechazo por mantener un peso corporal por encima o igual del mínimo según la edad y la altura.
- Bulimia: trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por la alternancia de atracones de comida y conductas purgativas o compensatorias con las que se pretende evitar la ganancia de peso (vómitos, uso de laxantes, ejercicio físico intenso, etc.).
Cabe destacar que estos tipos de trastornos no sólo afectan al aspecto físico, sino que también ocasionan grandes problemas psíquicos (p.ej.: depresiones) y sociales (influencia acerca de sus opiniones, pérdida de relación con los demás, etc.).
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